….Ya veis...
A veces, no ir en linea recta, hace que no te pierdas lo que se esconde en las curvas.
Y es que ya hace 10 dias que salimos de casa, con la “casa a cuestas” casi literalmente y sin prisa ni rumbo definido. (ah!!!, el jamón, al final, se vino…;))
Muchos nos hacían ya en Francia, y sin embargo, decidimos empezar este viaje sin coger la línea recta.
Y así, sin preaviso, ni premeditación… hemos ido recorriendo Avila, Valladolid, La Rioja y ahora, estamos en Lleida.
Por el camino, nos hemos ido encontrando con que la Via verde de El Cidacos (entre Calahorra y Arnedillo) empieza con un extraño olor a setas (por las muchas fábricas que allí se dedican a eso…) y acaba en el rio termal de Arnedillo que pasa a los pies de su balnerario.
Y de camino a Gerona, pera pasar allí la frontera… una charla de mediatarde con unos señores hace que llevemos casi 4 dias descubriendo el valle de la Noguera Pallaresa, en Lleida. (Camarasa-Seu D´Urgell-Puigcerdá)
Y que hoy os escriba desde un pueblo a los pies de la Sierra de Cadí, un lugar que se adivina desde la carretera del Eje Pirenaico pero que hay que acercase para descubrir. Aquí viven un matrimonio y una pareja de hermanos en una masía un poco más arriba. Estos hermanos (Maria y Antonio, rondarán los 65, cada uno…), son los únicos del valle que aún lleva la vida de un Payés…, aquí las otras pocas casas que siguen de pie son casas reconstruidas por los hijos de los que aquí nacieron y emigraron a Barcelona a buscarse el pan (ése un poco menos payés y algo más precocinado);
Les conocimos ayer, cuando venían de recoger hierba en el tractor y hoy a la vuelta de nuestro paseo por los pueblos de entre-valles, nos han bajado un hermoso calabacín de su huerta. Es hermoso este valle y solitario, sin tenerle nada que envidiar a otras zonas del Pirineo más afamadas. Aquí las paredes son cortados de piedra gris y ruda, a las que les nacen bosques de pino y roble melojo a media falda,… y donde sólo se oye el ruido que tu haces… y a veces el tractor de Maria y su hermano… que ya están de vuelta.
Son las 21.00 de la noche… chalaremos un poco cuando lleguen, seguro; aquí la gente no duda en acercarse a tener una conversación, se acercan despacio y se dejan descubrir. Al final tienen el carácter como del valle y la sierra en la que viven. Agreste y apacible.
También sube ya Ivan… que ha ido en bici a por pan al pueblo de más abajo (Arseguel), donde hay horno, las casas son todas nuevecitas y por tener, tienen hasta restaurante rural…. .7 kms más arriba, en Cava, nada tienen que ver las cosas cuando se ven de cerca.
Seguimos camino, a Cabo de Creus, para pasar la frontera…y empezar a tomar otras lineas rectas o no tanto.
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