Estos días he leído:
Que los que parten piensan más en el regreso que en la propia partida…
No sé si es así…(de momento, creemos que no…)
Pero ahora, sabemos,
Que...
regresar y encontrar que están todos los que estaban,
Es una alegría tan grande...
Regresar para ver como crecieron los niños, para dar la bienvenida a los que llegaron y no eran antes de marcharnos, y para ver que el tiempo no ha dejado sus zarpas en los mayores… o si lo ha hecho, es casi imperceptible…
Es algo irreal, frágil, que no sucede siempre,… y por tanto, es el mejor regalo de navidad.
Fantásticos los días de diciembre en casa. De una navidad que no lo parecía, porque la fiesta iba por dentro y no tanto por fuera, al menos para nosotros, que no esperábamos los regalos de Papa Noel, sino sólo encontrar a los nuestros… y allí estaban!!
Grandes estos días!
Donde no hubo ocasión para todos los que son..., pero estuvieron de maravilla aquellos que pudieron ser…con la calma y las ganas de los re-encuentros esperados.
..…
Regresar así es como no haberse ido.
Y así, también,
Volverse a marchar se hace con gozo, con la alegría intacta de hacer maletas como por primera vez…
(Los sobrinos de Iván reciben al "gordo vestido de rojo")
…
Y en esas estamos…
en hacer y deshacer maletas,
En partir, regresar, volver y de nuevo partir…
De la navidad en Madrid, con los nuestros,
a un fin de año-inicio de otro, de nuevo en Cerdeña,
hecho con los amigos de aquí, que tras este tiempo viviendo en Arzachena son también de nuestra familia;
con amigos encontrados por primera vez;
fin de año con acento sueco, italiano, francés; el más pequeño con 6 años y los mayores…allá por los 60,… y todos en una cocina grande, en una mesa enorme hecha por el dueño de la casa, de una casa de campo, con una terraza en medio de la oscura campiña sarda, hecha a posta para ver estrellas.
fin de año con lentejas, uvas, panetone y muñequitos de nieve hechos con huevo duro;
inicio de año entre risas con la campanadas improvisadas a golpe de cacerola por Iván, abrazos y deseos de tanti auguri…para el 2008.
Fiesta de Capodanno en casa de Fabio y Serena
...2008 que ya recorrió unas horas, que se hicieron días...
Las horas para hacer algunos “hasta luegos”, horas para recoger y dar las gracias a la casa Lu Celvu que nos ha hecho de refugio durante estos meses, donde vimos andar el otoño, donde vivimos parte de un invierno mediterráneo y dónde aprendimos del humor de los vientos de esta isla.
De aquí nos vamos con algunos kilos de más, de tanto comer bien, a la italiana; ahora sabemos hacer pesto a la genovesa, papasini, pasta de mil formas, suppa galuresa… gracias a Antognetta, la mama de Michele y a la Nonna que nos dieron lecciones de cocina y de vida (y para mi, además, fueron profesoras de italiano).
Grazie mile a tutti!
Con nuestra familia italiana
Michele, Stefania e Iván
Horas para recoger y volver a montar la casa sobre ruedas…
Despedirnos, sonreir…
Y coger un barco, que hoy, 3 de enero de 2008 nos lleva de nuevo, Mediterráneo a través y con un baile de cuna, a tierra firme (que digo yo… que vivir en una isla es como vivir en un barco grande…flotando casi sin saberlo)
Ahora, tenemos unos cuantos kilómetros por delante,
Han dado nieves para atravesar el continente…
Italia y Francia para llegar a casa… justo en la noche de Reyes.
...................
¡Ah! De las muchas historias encontradas en la isla, no nos podemos ir sin invitar a cualquiera que lea esto, que tenga el tiempo, las ganas y la imaginación...
a escribir un cuento con algunos de los personajes que durante estos meses hemos conocido en la casa Lu Celvu…, aquí os los dejamos... por si alguno se anima ;):
Ya estaban cuando llegamos:
-Un gato que sólo tiene 3 piernas y se fía poco y corre todo lo que puede… Hendy.
-La nona de todos los perros, la perra LiLy tranquila, blanca y reumática a la que respetan todos.
-El perro Pepito, el que escapa siempre que puede para llevar una vida bucanera…
-Estelina, el caballo que se cree una vaca.
-El señor Buffo, y su señora esposa (a la que descubrimos bastante después), dos mochuelos que al atardecer se confunden entre las rocas de su nido, y te miran… y te miran…pero no te acerques!
Y llegaron en este tiempo:
-El gato Mucca: el gato hablador, que anuncia su propia llegada con maullidos y súplicas… para ver que consigue que caiga…(y que ha sido nuestro invitado en la casa en las peores noches de tormenta y vientos,... y que se comió el atún y al que le hicimos una cama).
-El pájaro con el pico torcido, que llegó malito en la mano de Iván porque había comido un fruto extraño... y que al final, se recuperó…y salió volando.
-Llegó la nueva vaca Adela. Blanquita y marrón. Ya cumplió el mes y ahora le nació también una primita…, las vemos jugar desde la terraza.
-Y por último… llegó Ringhio, el perro que encontraron Michele y Stefania, y que se te abraza a las piernas para que no te vayas.
…
A Max, el perro marinero, le dedicaremos capítulo aparte, que su historia es bien curiosa.
Y Yimy…?
Yimy no es ni gato ni perro, ni caballo ni vaca…
Yimy fue el furgonchino de Luca (amigo de Iván y Michele); con él Iván ya recorrió parte de Italia… y al final, también el furgonchino se vino a vivir a Cerdeña, allá en el 2000.
Y en estos días le ha tocado partir también a él.
Se lo llevó un coleccionista, a Bolognia, para darle una nueva vida…
Y con él se llevaba un pedacito del cuore de Iván que tanta inspiración encontró en Yimy..
Michele e Iván dicen adiós a Yimy
Y nos despedimos de Claudia, quien me enseño a trabajar con la cerámica... ojala hubieramos tenido más tiempo!!!! Bocca in lupo cara Claudia!
Y de nuevo, estos dias...,
nos volveremos a preparar para partir...
esta vez sin furgoneta,
esta vez camino a donde nace el Sol... (pero no al imperio del sol naciente...)
Besos a todos,
hasta muy pronto,
Iván y Adela.