Inaki Ochoa de Olza, fallecio el pasado dia 23 de mayo a los 7400 metros en el Annapurna 1, cara sur.
Su familia ha decidido que su cuerpo permanezca alli. A ellos, a sus amigos y a Nancy, su companera, nuestro mas sentido pesame.
Y nuestro mas caluroso abrazo a Horia Colibasanu, su companero de ascension, que ha permanecido y cuidado de Inaki a riesgo de su propia vida. Afortunadamente tenemos la esperanza de encontrarlo en algun lugar del mundo, de nuevo, en otra ocasion.
Inaki, para ti, nuestra despedida:
Ni siquiera puedo decir que te conociera.Vamos, es que no te conocia.
En realidad, supongo que te sonreiste por dentro cuando, al invitarnos a entrar en la tienda del Campo Base de Anapurna, a finales de pasado Abril, te pregunte si era la primera vez que escalabas una montana de ocho mil..., y respondiste, con total calma y sencillez, que esta era la numero 13.
Lo de menos fue la forma curiosa en que supiste que eramos de Cercedilla, por la camiseta que llevaba puesta, (la de la Semana de la Montana que inaguraste el ano pasado en nuestro pueblo y ya ves.. alli no te vimos), o porque tu llevabas toda la manana mirando valle abajo esperando a Nancy, tu novia, y nosotros te dijimos que habiamos dormido con ella en el refugio la noche anterior... asi que te pusiste tan contento.
En realidad no me impresiono quien eras, sino como eras. Tu hospitalidad, grandeza y sencillez no eran comunes.
Tanto Horia como tu, dejasteis una profunda marca en nosotros tras el breve dia y medio que compartimos alla arriba.
Vosotros os quedasteis a esperar el buen tiempo para iniciar la ascension, nosotros seguimos el camino que nos devolvia desde el Santurio del Annapurna, a los valles de rododendros en flor.
Al despedirnos, os dijimos que pensariamos mucho en vosotros, que tuvierais mucha suerte, y ... para mis adentros tambien pense: que Dios os proteja, rezare por vosotros.
Durante los dias que nos tomo la bajada del valle, mientras nos alejabamos, cuando aun se divisaban las montanas donde estabais esperando a subir, grite al viento para que los dioses os trajeran suerte y os permitieran regresar.
No ha sido asi para ti, los dioses decieron que te quedaras en el hielo de las cumbres del Annapurna; la montana a la que mirabais con expectacion y donde ahora no puedo dejar de pensar que te has quedado alli arriba a mirar las estrellas para siempre.
Tu sabias muy bien que la montanas son asi y has visto a muchos no regresar; hablabas de la vida y la muerte, cuando nos contabas otras expediciones, con la naturalidad con que solo a los Tibetanos les he visto asumir que cada dia puede ser el dia en que no regreses.
Asumiendo la constante posibilidad de que en algun momento los dioses ganan y por tanto viviendo la vida plenamente, dia a dia...
Hasta pronto, Inaki.
Te recordamos con una sonrisa, como la que tu tenias.
Al despedirnos, Ivan, Nancy, Inaki, Horia y Adela
Hasta siempre, con nuestra mejor sonrisa
Sitio Web de Horia Colibasanu: www.horiacolibasanu.ro