Veamos…
Imaginemos que te levantas un jueves,
…de octubre, …
En una “ísola” italiana…
Un jueves que resulta ser el día 91 de un viaje que empezó, hace justo…. 90 días…
Que resulta que has llegado a Cerdeña después de estos 3 meses a vueltas por la Europa…
Imaginemos que llegaste ayer… y que hoy,
Al despertar,
Te encuentras a la Nonna en el jardín.
La Nonna de Michele,
el “caro” amigo de Ivan,
La Nonna que vive en la Isla Magdalena…
Imagina que estás en Cerdeña,
Que la Nonna es una señora, “picolissima”, toda vestidita de negro,
Que ha llegado hoy desde su isla para una visita con el médico…por la diabetes.
Y ya ves…
Resulta que esta señora que habla un italiano que se entendería en cualquier lugar “del mondo” (porque yo “non parlo italiano” y la entiendo) hoy, al despertar, te sorprende con su torrente de lucidez calma, el de sus 87 “anni” de lucidez, cuando de pronto
en una conversación que no se lleva más tiempo que lo que tardas en desayunar al sol difuminado por la nieblina mañanera
te mira desde sus ojos pardos, color oliva, colocados en su cara llena de los rastros de las expresiones de su vida
y te dice:
(en su italiano de abuela tranquila)
Que es “buono” pararse a pensar sobre uno mismo,
A establecer relaciones,
A “vivire” experiencias y relaciones con “altri” seres humanos,
Que cuando trabajas mucho, corres mucho…
te pierdes las maravillas que te rodean,
y que, tal vez por eso, y por la tecnología del nuevo mundo,
hacen que se estén perdiendo las relaciones humanas,
el amor, la caridad, el afecto…
y entonces,
no nos “restara più”.
Y que por eso, el tiempo que uno se toma para desarrollar “il suo spazio personale”
es algo que nadie puede quitarte, es “molto importante”.
…………………………………………….
Resulta que en estos tres meses no son pocos los momentos en que te preguntas
si tienes derecho de tomarte un tiempo para “vivire” para “imparare”, para pensar en “la tua via” y en como vivirla…;
cuando sientes que los de tu alrededor ya están envueltos en las obligaciones de la vida que llegan siempre después de cada verano…
No son pocos los días que se hace extraña esta libertad, esta ausencia de obligación…
Y son bastantes los ratos en que se hace palpable que, a pesar de que todos nos quejamos,
terminamos viviendo cómodos al abrigo de nuestras rutinas, sean las que sean;
y que la “subita” libertad del tiempo “per se stesso” te pone frente a preguntas y sensaciones que a veces no son fáciles de encarar.
Pero ya veis…
Hoy, de pronto llega La Nonna, con su vida ya vivida, con sus ojos bien despiertos, y, mientras se coloca el pañuelo negro entorno a la “sua testa”, te dice todo esto…, en una conversación, que no dura más que un desayuno… y, al ofrecerle una silla, responde:
-“No, gracie mille”…ella no se sienta, no está cansada.
Y luego añade:
-“Michele, tesoro, partiamo pronto all´appuntamento con il dottore”.
Besos a todos,
de Ivan y Adela.
Foto de nuestro recorrido en estes 3 meses de viaje: