Me la cruzo en una calle y se quien es.
Nos sonreimos.
Vende brazaletes al lado de casa, en su local del tamagno de un armario: aceite de coco para el pelo, champus con calidad de exportacion, cremas para blanquear el cutis, brazaletes de cristal y de metal de mil colores, tikas para pegar en la frente. Dos banquetas, un mostrador y justo dos escalones mas abajo se acaba su tienda/armario, y empieza la calle que se inunda cada que dia que llueve porque se sale la alcantarilla...
Han puesto baldosas de piedra hasta la calle de al lado, la que me hace de camino habitual entre Jyatha y Durbar Square, en la que comprabamos al verdulero que no hay que regatear...
pero de momento las baldosas solo han llegado hasta la calle de al lado y esa ya no se inunda. Al menos, van llegando...
Por la manana muy temprano, y tambien por las tardes cuando oscurece ya, aparecen los recogeplasticos. Los he visto de 10 y de 50 agnos, la edad es lo de menos...
arrastran agarrada desde el hombro grandes bolsas de rafia sucia y medio rota, en ellas terminan un monton de botellas de agua mineral que los turistas nos bebimos antes.
Es tambien muy temprano cuando por la calles, aun casi desiertas, las mujeres llevan sus platillos de metal plateado con arroz, fruta y flores para ofrecer a los dioses en los templos.
Y es ya muy tarde, cuando de nuevo en las calles otra vez desiertas, se pueblan de carritos ambulantes que venden salchichas, huevos duros y samomas a los que salen y entrar de los shower dance/disco bar que pueblan Thamel al caer la noche; se anuncian con sus carteles luminosos con caras de Angelinas Jolies, invitando a seguir de compras, esta vez de adolescentes subidas a zapatos de tacon.
Esta manana, camino del aeropuerto, bien prontito, los turistas aun no llenan tus calles y sobre la acera, en circulo, nignos y perros de la calle aun duermen.
Cuantas cosas hay que no muestras a los que te vivimos solo un tiempo. Que dura eres ciudad, que me hiciste de casa este invierno.
Ayer, como quien sabe que es el ultimo dia, subi a la azotea para ver el cielo dividido en dos.
Al este, frente a mi, entre los tejados, las antenas, tanques negros de agua y las banderas de oracion... el cielo, gris como la panza de un burro, anunciaba la tormenta de rigor de cada tarde.
Ciudad entre brumas esperando el monzon...
A mi espalda el sol, entre la nieblina del valle y tus colinas invisibles, se hacia paso iluminando tu perfil desde bastante abajo. Relucian, salpicados entre los ladrillos que lo llenan todo, los acabados dorados de algunas gompas.
Te has llenado de arboles azules de una flor pequegna que parece que no durara muchos dias.
Te veias bonita, Kathmandu, desde la azotea, con esa luz del final del dia, con tus ires y venires ahi abajo en la calle. Espejismo de un momento como otros tantos...
porque tu sabes, Kathmandu, cuanto sufrimiento encierras.
A 9 de Mayo de 2008
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Nos marchamos de Nepal, de sus montanas, de sus valles y de su ciudad, Kathmandu, que es como quien se va de casa. Cuatro meses que no dan para nada y dan para todo.
Gracias a todos los que con nosotros vivieron estos meses en Kathmandu, lo que vivimos, lo que dialogamos, lo que reimos y lo que nos emocionamos.
Otro dia podemos poner algunas fotos,
hoy estamos recien llegados a Bangkok y.... bueno, entre el calor y hacerse a esta ciudad, no tengo muchas ganas.
Besos sudorosos a discreccion,
Ivan y Adela
3 comentarios:
Besos ,
Sil
Que ganas de verlo, olerlo, sentirlo...
Si, se os echa mucho de menos, pero quien si no nos iba a contar estas historias??
Gracias y muchos besos y brazos.
Hola chicas!
Sil, preciosa, andaba echandote de menos, tengo tu mail, y mi respueta en los dedos.
Hola Lucia!
ya se que venis... o sea, que vais, a Nepal este otono. Creo que lo disfrutareis mucho. Interesante pais, ahora sin rey, y con nueva asamblea constituyente.
Tal vez nos veamos antes, y si no, aqui seguimos contando historias.
Besos grandes.
Adela e Ivan, desde una Thailandia nublada hoy.
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