sábado, 12 de julio de 2008

Laos: relato breve

Hace un rato que me cansé de mirar la inmensa jungla que se extiende a mi alrededor,
y ¡mira que es hermoso este país!

No sé, tal vez sea este el precio de llevar tanto tiempo viviendo fuera de casa: cada nuevo viaje es parte de la vida normal y por tanto, a veces, es tu rutina.
Aún así, miro de nuevo por la ventanilla de esta furgoneta que recorre la nueva Ruta 3; con ella acaban de unir China con Tailandia, atravesando el norte de Laos.

Empieza a entrarme sueño y entonces me doy cuenta de que ya sé porqué hay días que no me sorprende el paisaje. Tal vez, porque empiezo a entender, después de tantos meses, que lo verdaderamente interesante no está en los lugares…sino en las cosas que te suceden en ellos.

Me fijo en el salpicadero de la furgoneta, y sonrío al ver una pequeña imagen de Buda en relieve, de plástico color beige, pegada junto al radio-casete; es como aquella imagen de San Cristóbal, que mi padre lleva pegada en su coche, junto a la foto de mi familia.

Sonrío de nuevo, al pensar que no hay camión Nepalí o Indio que no lleve pintado a Krishna o a Ganesh.
¿Y aquellas imágenes de la Virgen en miniatura y con fondo dorado que veía en los taxis de Grecia?
Y…

Miro por la ventanilla, estamos atravesando un pueblo de casitas de paja y bambú.
Tres niños, agachados, en cuclillas, juegan a las tabas con unas piedras..., ninguno lleva camiseta; se ríen.
Ya no alcanzo a verles más.
Me acuerdo de mis sobrinos cuando se juntan en el patio y pienso en todos los niños que he visto jugar: allá donde vayas, sin excepción, siempre juegan… si les dejan ser niños.

La carretera se llena de curvas, y tiene pinta de que va a llover…
Cierro lo ojos, recuerdo otros momentos de este largo viaje y sí, lo creo: solo nos diferencian las lenguas, las creencias y el gusto en el comer.

Cada uno con sus ilusiones, sus miedos, sus amores, y su incomodidad,
en lo esencial, aún no he conocido a nadie, que no sienta como yo.

Dudo que lo encuentre. Y sino, dudo que no le pudiera entender.
Sigo de viaje.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola pareja!! Qué tal? Ya veo que muy bien. Aunque estéis viviendo todas estas aventuras, no os olvidéis de nosotros, que el exotismo manchego también tiene gancho, jeje!! Oye adela, si necesitas con quien practicar los masajes relajantes, yo me ofrezco! Mil besetes, Gloria

Adela dijo...

guapa, glory!
pues es cuanto nos veamos te doy uno. de espalda y cuello para esos nervios que se te quedan por ahi :)

y sabes? no nos olvidamos, todo lo contrario, nos acordamos mucho mas de lo que te imaginas.

me alegra saber de ti,de veras
te mandamos un beso muy fuerte Ivan y yo.

Anónimo dijo...

Buenas chicos. Soy Manolo.
Rutina como la vuestra es lo que yo quedria para mi.
No me seais, no me seais.
Segundo para lo de los masajes o primero de Cercedilla segun se mire.
Un kiss y seguir disfrutando que hay diferentes tipos de rutina y la vuestra no es muy mala que se diga.
Otro beso de Irenita.

Anónimo dijo...

Hola Adela,

Soy Silvia, tu "poetisa" de Buitrago, je, je. Hacía mucho que no visitaba vuestro foro, ya veo que seguís inmersos en vuestro interminable viaje, seguid disfrutando de ello. Nosotros por aquí bien, Delia ya está muy mayor, el próximo 2 de octubre cumplirá 2 añitos, no sé si llegas a ver las fotos que os envío.
Hoy es mi cumpleaños y no sé por qué pero me he acordado de ti. Bueno sí lo sé, es que tengo que contarte una cosita, y es que Mario y yo vamos a ser papás otra vez, estoy embarazada de 10 semanas y de momento todo va fenomenal. Vuelvo a estar muy emocionada por la experiencia de volver a recorrer el milagro de la vida dentro de mí, ya con ganas de que pase un poco el tiempo y poder sentirle. Cuando sepamos el sexo te lo haré saber ¿ok?

Cuídate mucho y recuerda siempre que no te olvido y te llevo en mi corazón.

Muchos besos.